jueves, 26 de marzo de 2015












Muchos aspectos de la política y la personalidad de Adolfo Suárez se han ido desvelando en las conferencias del museo que a esta personalidad dedica Cebreros, pero quizá quedaba una asignatura pendiente, la de analizar como era su política exterior. Sin embargo esta ‘falta’ quedó en el olvido tras la conferencia del diplomático español José Cuenca Anaya, que ofreció una reflexiva charla sobre este aspecto del ex presidente del Gobierno gracias a su experiencia tras ocupar distintos puestos de responsabilidad en Naciones Unidas, Londres, Bulgaria, la Unión Soviética, Grecia y Canadá.
Antes de comenzar su intervención pudo conocer de primera mano las instalaciones del Museo de Adolfo Suárez y la Transición, acompañado por el alcalde de Cebreros, Ángel Luis Alonso, y de Jesús Bustamante, en representación del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua. En ella también participó el subdelegado de Defensa, Ignacio Pío Martínez Ara.
Después de este camino llegó el momento de participar en el ciclo ‘El español en la Transición’, iniciativa que cuenta con el apoyo de la Diputación, y en la que  pudo desgranar la política exterior de Suárez, que definió como «coherente y articulada». Aún así, reconoció que la acción interior fue «una tarea tan enorme que merece por sí sola toda la atención que se le presta», aunque en su caso trató sobre la parte exterior con el recuerdo de algunos viajes en los que acompañó al ex presidente, algunos de ellos «difíciles».
Para sus palabras tuvo como base su libro ‘De Suárez a Gorvachov’, obra que regaló al museo y en la que se abordan tres importantes hechos como son la política exterior de la Transición, al entrada de España a la OTAN y el final de la Unión Soviética.
Con la intención de «servir a la verdad», señaló que las principales características de la política exterior de Suárez pasan por esa política coherente y articulada en un proyecto político y la intención de «ofrecer al mundo una nueva imagen de la España democrática, que supiera el mundo que había habido transformaciones profundas». Además trabajó para «establecer relaciones diplomáticas con los países con los que no las teníamos como es el caso de México» y defendió «los derechos humanos como fundamento de la verdadera paz, por lo que firmó los Pactos de los Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas». Fuente: Beatriz Mas Diario de Ávila

martes, 17 de marzo de 2015

JOSÉ CUENCA EN EL MAST


De Suárez a Gorbachov. Testimonios y confidencias de un embajador.
Son pocos los libros que desvelan por primera vez secretos y acontecimientos que solo eran conocidos en ciertos círculos de las altas esferas de la diplomacia internacional y que, sin embargo, marcaron el rumbo de la Historia. Este es, sin duda, uno de esos libros. No son unas memorias. Son tres testimonios directos sobre acontecimientos clave que un embajador de España “ha visto con sus ojos”. Así lo dice en el prólogo, donde se relatan los encuentros mantenidos con dos personajes que marcaron el destino de sus respectivos países: Adolfo Suárez y Gorbachov. Ambos le pidieron que dejara plasmadas en papel sus vivencias y recuerdos respecto de unos acontecimientos que cambiaron muchas cosas. Con el lenguaje de experto y el estilo brillante y sugestivo al que nos tiene acostumbrados, José Cuenca ofrece un valioso testimonio sobre tres hechos decisivos para la diplomacia de nuestro país y para las relaciones internacionales del siglo XX: la política exterior de la Transición, la adhesión de España a la Alianza Atlántica y el fin de la Unión Soviética.

JOSÉ CUENCA Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla, ha sido profesor de Derecho Internacional en la Universidad Complutense y profesor de Historia Contemporánea en la Escuela de Funcionarios Internacionales de Madrid. Ingresó en la Escuela Diplomática en junio de 1964, desempeñando puestos de Segundo Secretario en Madrid, de primer Secretario en Nueva York (Naciones Unidas) y de Consejero en Londres. Ha sido embajador en Bulgaria (1983), en la Unión Soviética (1986) ―puesto que conservó en la Federación de Rusia― (1991), en Grecia (1993) y en Canadá (1999). Es autor de varios libros, entre los que cabe destacar: Sierras, perdices y olivares (Planeta, 1996), La noche de bodas (Anaya, 2010) y Encuentros de un Embajador con don Quijote (Raíces, 2008).

miércoles, 4 de marzo de 2015

ACTO HOMENAJE LOS VALORES DE SUÁREZ























Generosidad, diálogo, liderazgo, consenso, lealtad o humildad son algunas de las virtudes que repasa la exposición ‘Los valores de Suárez’, organizada por el Museo de Adolfo Suárez y la Transición de Cebreros (Ávila) cuando está a punto de cumplir un año de su muerte. La muestra repasa la figura del primer presidente de la Democracia a través de las obras de 20 artistas. 
Aunque queda un mes para esta significativa fecha el museo cebrereño adelantó su particular homenaje un mes para que coincidiera con el 23F, día del fallido golpe de Estado, y una jornada en la que se "pudieron ver" estos valores de Suárez ante los golpistas cuando actuó con "valentía, audacia y diálogo", explicó el alcalde cebrereño, Ángel Luis Alonso.
Por ello ya se puede recorrer en el museo esta exposición en la que se invitó a 20 artistas a plasmar con técnicas diferentes un valor de Suárez. Una propuesta que ha tenido como resultado una variada exposición en la que se mezclan estilos y técnicas, pero sobre todo mucho sentimiento.
Así se refleja en el trabajo de los artistas Aracely Alarcón, que plasmó la generosidad; José Manuel Ciria, diálogo; Ouka Leele, honorabilidad; Mayte Spínola, liderazgo; Manuela Picó, consenso; Ángel de la Peña, convicción; Nati Cañada; valentía; Blanca Cuesta, dignidad; Rosa Gallego del Peso, honradez; Diego Canogar, lealtad; Raúl Apausa, concordia; Victoria Santesmases, dinamismo; Salvador Antúnez, audacia; Royo Ubieto, simpatía; Paloma Porrero, honestidad; Dis Berlín, humildad; Pedro Sandoval, aperturista; Carmen Espinosa, complicidad, Héctor Delgado, esfuerzo, y Florentina Briongos, carisma.
El acto contó con la presencia de la mayoría de los artistas que explicaron sus obras y la motivación que les llevó a la representación artística, además de estar presentes las dos comisarias de la exposición, Rosa Gallego del Peso y Florentina Briongos, junto al crítico de arte Jesús Cámara. Todos ellos explicaron el contenido de la muestra ante un numeroso público entre el que se encontraban tres de los hermanos de Adolfo Suárez, Hipólito, Ricardo y José María.
Precisamente uno de sus hermanos, Hipólito, aseguraba que era una "satisfacción y un honor" que el mundo artístico le recuerde (a Adolfo Suárez). Además destacó que este tipo de acciones "le vienen muy bien al museo, como punto de encuentro y diálogo sobre conocer cosas sobre Adolfo Suárez", una figura que espera que siga en el “recuerdo de la gente”, en especial cuando se va a cumplir un año de su muerte.
Por su parte, las comisarias de la exposición explicaron en el acto y en el catálogo de la misma su interés por "rendir homenaje a los valores de Suárez", por lo que se afrontó este proyecto con "ilusión", por el interés de alguien que es "el coraje hecho persona".
Ellas consideran un "honor poder comisariar esta exposición de artistas que han sentido a Adolfo Suárez desde el respeto y la admiración", con una obra "hecha con cariño" por "artistas generosos".
Por ello, según expresa Rosa Gallego del Peso, "emotiva ha sido la selección de artistas, el seguimiento de la realización de las obras, el interés por la calidad artística y profesional de los participantes", a lo que Florentina Briongos une el "hondo y especial homenaje" que se rinde a Suárez "por sus desvelos. Desvelos que hicieron de nuestra generación un punto de mira, un referente en el que encontrar caminos similares de reconciliación, en el camino de hacernos ser grandes en las cosas grandes". Se hace además en Cebreros, el municipio que le vio nacer, y su "lugar de recogimiento, de paz; su lugar favorito para dar calma al espíritu y quietud al alma", señala la comisaria.
Todo ello se puede ver en obras como las de Ouka Leele, que refleja la honorabilidad de Suárez con una fotografía ‘tapada’ por la bandera de España y recordando su primer mensaje como presidente de gobierno:"Que ninguna causa justa deje de ser oída". También en la de Carmen Espinosa Soto, con la complicidad reflejada en una escultura; en la composición de Raúl Apausa para demostrar la transparencia y, en definitiva una suma de valores que se reflejaban en la palabra concordia, o quizá en el óleo de madera en el que Nati Cañada muestra la valentía de Suárez, que queda impresa en sus facciones. Y así se podría seguir hasta recoger las obras de los 20 artistas y su interpretación de los valores de Suárez.
Fuente : Diario de Ávila, Beatriz Mas